La cultura Tiahuanaco se desarrolló en el altiplano y tuvo gran influencia en la región sur andina. En su periodo más fecundo, que fue entre los siglos VII y IX, propiciaron el culto al dios de las varas y controlaban las rutas de comercio sur andinas, teniendo acceso a todo tipo de productos. Su arquitectura se caracterizó por el uso de piedra en sus construcciones y la complejidad de sus detalles.