La custodia es un recipiente utilizado en la religión católica para la exhibición de la hostia eucarística consagrada durante la adoración o la bendición del Santísimo Sacramento. Si bien en los años postridentinos se prestó atención a la manera de guardar el Santísimo Sacramento en copas y cajas, y estas a su vez en arquetas o cofres. Con el tiempo las custodias se fueron volviendo suntuosas y, a raíz de la contrarreforma, la parafernalia religiosa adquirió un estilo triunfante prestando especial atención a la riqueza en el culto a la eucaristía. La custodia de la Catedral del Cuzco fue estrenada y concluida durante la época virreinal en 1745, esta pieza de oro fue fabricada por el artista Gregorio Gallegos y donada por el entonces obispo del Cuzco Pedro Morcillo Rubio.