La inmigración de italianos al Perú comenzó a desarrollarse a principios del siglo XIX, aunque en comienzo la población migrante era escasa, paulatinamente la inmigración italiana comenzó a aumentar hasta ser parte importante de la población extranjera en el Perú. La comunidad italiana establecida desarrolló el comercio como una de sus principales actividades; asimismo, una vez integrados al medio social, dinamizaron sus actividades invirtiendo en minería, banca, educación e industria. Muchos de sus miembros se emparentaron con familias peruanas dirigentes en el país aumentado así su poder político y económico. Familias italianas que tuvieron actividad en Cuzco durante el siglo XX fueron los Luglio Molero, Carenzi Galesi, de Luchi Lomellini, Calvo, Barberis, Braganini, Cassini, entre otros.