El hospital Antonio Lorena del Cuzco fue construido en la primera mitad de los años 30. Hasta ese entonces la ciudad solo contaba con el hospital de Almudena que había sido inaugurado por la orden de los betlehemitas en 1698. Así, en enero de 1933, la Sociedad de Beneficencia del Cuzco, presidida en esos años por Roberto Castañeda Garmendia, impulsó la adquisición de un terreno en la Plazoleta de Belén para la construcción de un nuevo hospital. Para ello se invitó a las autoridades y jefes de instituciones en el Cuzco a un Cabildo abierto al que acudieron el entonces alcalde del Cuzco coronel César R. Mendiburu; el prefecto, coronel Jorge Vargas, el obispo Pedro Pascual Farfán; el presidente del Rotary Abel Montes, entre otros. La adjudicación del terreno se formalizó el 30 de mayo de 1933. Inicialmente, el hospital fue denominado "Hospital Mixto del Cuzco". Posteriormente, se le cambió al Hospital el nombre de Antonio Lorena, en homenaje a la memoria del médico cuzqueño del mismo nombre.