Waynapicchu es la montaña contigua a la ciudadela de Machupicchu. Si bien fue divisada por la expedición de Hiram Bingham en 1911; no fue sino hasta 1928, durante la expedición científica organizada por el prefecto Víctor M. Vélez, cuando sus cumbres fueron conquistadas por los jóvenes Antonio Santander, Melchor Valdivia y José Echegaray acompañados de otros dos jóvenes Oscar Santander y Víctor Manuel Carpio. Su ascenso fue prohibido por el prefecto Vélez puesto que se esperaba evitar las excavaciones ilegales una vez abierto el camino a la montaña. Posteriormente, una vez completados los trabajos de limpieza e investigación en la cumbre, se abrió al público. Desde su cumbre, que probablemente haya sido un puesto de vigilancia o un santuario dedicado al culto, se puede observar completamente a la ciudadela de Machupicchu.