Construido durante el gobierno de los Incas, Tambomachay fue un centro ceremonial destinado al culto del agua; considerado una huaca en el camino hacia el Antisuyo por el cronista Bernabé Cobo. Posteriormente, despertaría el interés de los académicos cuzqueños del siglo XX y sería estudiado por José Uriel García, José Gabriel Cosio y Luis Alberto Prado.