Se encuentran en la fotografía. De izquierda a derecha. Sentados: 1° Federico Ponce de León Pacheco; 2° Augusto de la Barra Caballero; 3° Cosme Pacheco Pacheco; 8° María Benavente Iberico; 11° Elvira Margarita Vargas Romainville; 14° César R. Mendiburu Rodríguez y 15° José S. Wagner. Sentados en el piso: 1° Manuel Elías Cuadros Escobedo; 4° Alberto Delgado Díaz y 13° Francisco Pareja. Parados 1ra fila: 1° Ernesto Saldívar; 3° Manuel Silvestre Frisancho Delgado; 6° con bigote, David Chaparro Pareja; 7° Julio de Olarte Farfán de los Godos; 16° Juana María Pinedo Hinojosa; 18° José Abel Montes Sobrino; 21° María Leticia Valcárcel Vizcarra. Parados 2da fila: 5° Roberto Emiliano Díaz Robles; 8° Benjamín Velasco Astete; 9° Manuel Benito Montesinos Velasco; 10° Juan Pablo Bérninzon Rendón; 11° Miguel Humberto Vallenas Fernández Baca; 12° Luis Ángel Ugarte Ocampo 14° Leoncia Olazábal Feijoo.
Contexto:
Las fiestas aristocráticas cuzqueñas emulaban los estándares de las fiestas que se ofrecían en Lima. En el Cuzco del siglo XX, las celebraciones de determinadas festividades eran acompañadas con fiestas y ceremonias que rompían la monotonía. Las fiestas urbanas organizadas por las elites eran suntuosas y amenizadas con música en vivo que animaban muchas veladas, los lugares favoritos donde se realizaban eran las casas y mansiones de las familias oferentes, salones de hoteles, salones de instituciones públicas y clubes cuzqueños.