El primer banco del Perú fue el Banco de la Providencia fundado en 1862 por el ciudadano belga Francisco Watteu. Más adelante, durante el segundo gobierno de Augusto B. Leguía, se aprobó el funcionamiento de un Banco de Reserva para organizar el sistema crediticio y la emisión monetaria. Durante esta etapa también se inauguró en el Perú la llamada Banca de Fomento, iniciando sus funciones en 1928. En ese mismo año se fundó el Banco Central Hipotecario para facilitar el crédito a los pequeños y medianos propietarios de bienes raíces. Posteriormente, aparecerían el Banco Industrial del Perú fundado en 1936 y el Banco Minero del Perú fundado en 1942. En Cuzco durante la segunda década del siglo XX funcionaban el Banco del Perú y Londres y el Banco Italiano, fundado en 1889. Posteriormente, en 1935, se inauguró la sucursal del Banco Gibson de Arequipa, el Banco Internacional en 1943 y el Banco Comercial del Perú en 1947.