El templo de Santo Domingo se encuentra al sureste de la Plaza de Armas del Cuzco. Aquí, durante el gobierno de los Incas, funcionó el Qorikancha o Templo del Sol que era el recinto más sagrado destinado al culto religioso. La conquista modificó el escenario urbano del centro del Cuzco; así, durante el reparto de solares y palacios incas, el Qorikancha fue asignado a Juan Pizarro que donó estos terrenos en favor de los padres dominicos y se comenzó a construir el primitivo templo sobre lo que fue el más sagrado adoratorio inca. Sin embargo, esta edificación fue destruida por el terremoto de Cuzco de 1650; no obstante, en 1680 se comenzó la construcción del nuevo templo que persiste hasta la actualidad. El terremoto de 1950 destruyó el campanario y gran parte del recinto.