El carnaval tiene su origen en Europa entre los siglos XII y XIII, fue pensando como una fiesta previa a la Cuaresma para que el pueblo pudiese realizar actos transgresores previos al ayuno. La festividad pasó a América a través del intercambio colombino. Progresivamente, la fiesta fue aceptada por la población local, siendo asimilada durante el virreinato. En el año 1921, durante el segundo Gobierno de Augusto B. Leguía, se dio un paso para reformar el Carnaval en el espacio público para así otorgarle control a las elites y el Estado, y reemplazar el tradicional juego brusco del carnaval tradicional. Paralelamente, las mujeres empezaron a desarrollar una vida social más activa en el espacio público a raíz de la liberación femenina de los años 20, pero aun carecían de derechos políticos. Los Orihuela del Cuzco fueron una familia de ricos hacendados del Valle Sagrado, provenientes de una estirpe de agricultores. Uno de los Orihuela más antiguos del valle fue Francisco Orihuela hacendado en Urubamba en 1777. Posteriormente, a inicios del siglo XX, los Orihuela adquieren la hacienda de Huayocari y la Recoleta en Urubamba donde desarrollaron el cultivo de maíz blanco gigante conquistando el mercado extranjero con este producto. Asimismo, fueron una familia influyente en la política local y nacional teniendo entre sus filas a alcaldes y diputados.