Desde el Virreinato, el mercado de abastos fue centro la actividad comercial cuzqueña y funcionaba en la Plaza Mayor de cada población. Durante la república la Plaza Mayor pasó a ser centro de la actividad civil y se planteó la necesidad de reubicar los mercados de plaza. Así, durante la primera década del siglo XX, se trasladó el mercado de la Plaza de Armas y San Francisco a la pampa frente a la iglesia de San Pedro. El motivo del traslado se argumentó con base en discurso higienista modernizador de inicios del siglo XX. Así, en 1925 fue inaugurado el mercado de San Pedro que a lo largo del siglo XX tuvo diversos nombres entre ellos: Mercado Leguía y Mercado Central.