Dentro de la institución militar peruano, el Regimiento de Artillería de Montaña se encargaba del uso de material pesado para disparar proyectiles a mediana y larga distancia. A inicios del siglo XX el Regimiento de Artillería de Montaña se dividía en 500 plazas y poseía baterías de campaña con cañones Schneider-Canet. En Cuzco el Regimiento de Artillería Número 4 participaba activamente de las celebraciones locales.