La fiesta del Corpus Christi nace en el siglo XIII a través de la bula del Papa Urbano IV que estableció la fiesta del Cuerpo de Cristo. Rápidamente se extendió por la Europa católica llegando a España en el mismo siglo y pasando a ser una de las fiestas religiosas más importantes de la época moderna. La celebración pasó a América a través del intercambio colombino durante la conquista. En Cuzco, durante la república, el Corpus Christi se celebraba en junio, la fiesta era grande y duraba varios días. Destaca la llegada a la Basílica Catedral de los santos y vírgenes de las parroquias aledañas. Asimismo, destacan los altares móviles preparados en el perímetro de la Plaza de Armas, detrás de los cuales se colocaban toldos para proteger a los fieles que pasaban toda la noche acompañando al santo de su devoción.