Las fiestas aristocráticas cuzqueñas emulaban los estándares de las fiestas que se ofrecían en Lima. En el Cuzco del siglo XX, las celebraciones de determinadas festividades eran acompañadas con fiestas y ceremonias que rompían la monotonía. Las fiestas urbanas organizadas por las elites eran suntuosas y amenizadas con piezas de piano en vivo que animaban muchas veladas, los lugares favoritos donde se realizaban eran las casas y mansiones de las familias oferentes, salones de hoteles, salones de instituciones públicas y clubes cuzqueños.